Resistencia a las corrientes galvánicas
Bajas pérdidas de carga.
Ausencia de corrosión y abrasión
Gran memoria térmica.
Atóxico.
Resistencia a agentes químicos.
Temperatura ideal de calefacción.
Ausencia de ruido en las instalaciones
Vida útil prolongada por más de 50 años
Gran resistencia a las altas temperaturas y presiones
Alta resistencia a las bajas temperaturas.